Los refrescos son una de las fuentes más importantes para las picaduras de dientes y afectan a gente de todas las edades. Tanto los ácidos como los azúcares ácidos provenientes de estas bebidas debilitan tu esmalte dental y contribuyen en gran medida a la formación de caries.
En casos extremos, el esmalte debilitado causado por el alto consumo de estos refrescos, combinado con pésimo cepillado y con rechinar los dientes, pueden llevarte a perder uno o más dientes.
Los refrescos son bebidas ácidas y tienen el potencial de causar problemas. El consumo de estas bebidas en México se ha incrementado dramáticamente en todos los grupos demográficos, especialmente entre niños y adolescentes. Pero en su mayoría, todos los adultos consumen refrescos a diario, sólo que nunca lo reconocen.
¿Verdad?
El consumo a largo plazo de refrescos tiene un efecto acumulado en el esmalte de los dientes. En la medida que la gente vive por más tiempo, hay más probabilidad de tener problemas. ¿Qué hacer? En primera, debes reducir considerablemente el consumo de estas bebidas, no exste un sólo gramo de nutrición en ellas.
Te paso unos tips:
1.- Sustituye los refrescos por bebidas diferentes: ten en el refrigerador bebidas que contengan menos azúcar y ácidos como el agua, leche y jugo 100% de fruta (no aplican los jugos industrializados, son altísimos en azúcares!). Si nunca tomas jugos naturales, tus hijos jamás se sentirán motivados a hacerlo.
2.- Enjuága tu boca con agua: después de consumir refrescos, enjuágate la boca con agua para remover los restos de las bebidas que pueden prolongar la exposición del esmalte a los ácidos.
3.- Visita a tu dentista regularmente, prevenir es muestra de que te interesa tu boca y dientes.
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